Queridos hermanos /as, reciban mi saludo y dendición en nombre de Jesucristo el Señor.
La Pascua de resurreción es la más hermosa fiesta del cristiano, porque es el gran paso de la muerte a la vida; de la esclavitud a la libertad. Es la gran fiesta del amor a Dios que se manifiesta al hombre y que implica un gran proceso de transfomación en cada persona y en cada comunidad humana en particular. Los cristianos sabemos muy bien en el Espíritu del Resucitado da fuerza a la comunidad para que siga trabajando por la liberación del ser humano y por la construcción de una Iglesia más comprometida con las luchas de los pueblos, sin importar la raza, el color de piel o la religión a la que se pertenezca.
Cristo Resucitado es el que da sentido y el que llena de alegría nuestras vidas. El está cerca de nosotros, camina a nuestro lado en la alegría y en el dolor, en la salud y en la enfermedad y en cada momento importante que acontece en nuestras vidas.
La alegría del Resucitado es aquella que entra en el corazón de todo aquel que se pone al servicio de sus hermanos, sobre todo, al servicio de los mas pobres y abandonados. No la alegría que propone nuestra sociedad actual, según la cual, la felicidad conciste en la búsqueda del placer a cualquier costo y sin importar lo que esto suponga.
Es por esta razón y de manera muy equívoca, que el hombre de hoy buscando la felicidad, se sumerge en el mundo de las drogas, como refugio en paraísos artificiales, que se revelan luego totalmente ilusorios y que dejan al hombre sumergido en la tristeza y el dolor al no poder encontrar la paz que necesitan para vivir una vida plena.
Hoy más que nunca, la vida se torna difícil y complicada, pero los cristianos sabemos que no estamos solos, ni abandonados a nuestras propias fuerzas porque estamos ungidos y fortalecidos con el Espíritu Santo, que nos anima en las dificultades, comunicándonos la alegría y la valentía necesaria para proclamar a Jesús como Señor y Salvador de todo aquel que lo buscacon un sincero corazón.
La Pascua de Resurreción, es la Buena Noticia de la victoria de Cristo sobre la muerte, el pecado y sobre toda injusticia y de opresión del hombre sobre la muerte, el pecado y sobre toda clase de injusticia y de opresión del hombre por el hombre mismo. Más concretamente, esta Buena Noticia es Jesucristo mismo, cuyo anuncio provoca alegría y contiene salvación para todos los que reciben con sincero corazón.
Muchas felicidades en la Pascua de Resurreción y que el Señor Resucitado, derrame abundantes bendiciones sobre todos ustedes.
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